Capítulo 2: Sobre mitos y verdades
Algunas personas creen que al padecer artritis
debes dejar de hacer las actividades que normalmente hacías. Por ejemplo, si
practicas deportes de alto impacto la enfermedad es una razón para abandonarlos.
Tener artritis desde mi vivencia no significa dejarte derrotar, no quiere decir
que tu vida será sedentaria y vivirás con temor a lastimarte. He escuchado que
hay gente que cree que tus huesos son más susceptibles a sufrir rupturas, y no
miento al decir que alguna vez esos pensamientos también pasaron por mi mente;
hasta que encontré deportistas que tienen la enfermedad y compiten a nivel
profesional.
Creo que uno de los temores que más inundaba mi
cabeza eran los cambios, tenía miedo a cambiar todo lo que soy o todo lo que
normalmente hacía, hasta que entendí que cada nuevo día es una oportunidad de
Dios, un regalo para seguir disfrutando sus bendiciones. Aprendí a sobre llevar
los dolores físicos que sufría, incluso más con mi mente que con las medicinas.
En ocasiones sólo quería llegar a mi casa y tomar alguna de las medicinas, pero
ahora me parece que estaba siendo dependiente del efecto que la medicación
producía. Recuerdo que unos días después del primer diagnóstico desperté con
dolor en todo mi cuerpo, aún hacía las sesiones de fisioterapia para recuperar
mi rodilla y mis únicos comentarios fueron: Ya empezó. Era un dolor
insoportable, algunos dedos me dolían tanto que no podía cambiarme sola, uno de
los hombros también estaba adolorido y tenía dificultad al caminar con mi
cadera. Ese fue un gol de media cancha de mi cerebro, parecía que hacía
realidad todas las cosas que había leído de los blogs de Internet.
Los días fueron pasando y me sentí mejor, aprendí
a identificar los periodos en los que sentía más dolor y en lugar de dejarme
vencer empecé a llenarme de actividades que me ayuden a pensar en otras cosas.
La natación ayuda bastante al movimiento de las articulaciones y descubrí que
el ejercicio aminoraba el dolor considerablemente. Ahora intento hacer
ejercicio por lo menos tres veces a la semana y siento que también mis músculos
se fortalecen.
Con el tiempo entendí que el dolor más intenso al
que le tenía miedo era al de mi alma, una parte de mi no se perdonaba tener
artritis, tampoco es que yo hice lo posible para que mi cuerpo reaccionara así
y fueron meses en los que me tomé el tiempo de sentirme en paz y sobre todo de
no sentirme sola. Hasta podría decir que ahora me animo a hacer más cosas,
tener más proyectos y dejar un poco el sedentarismo. Entiendo que no tengo una
enfermedad que sea grave, pero quiero sentirme mejor por mí y por los que me
rodean, pienso que me ha hecho fuerte y más valiente. No valía la pena seguir
llorando porque no cambiaría nada con mis lágrimas.
Es un proceso sanar, pero finalmente hay tiempo
para todo, y es increíble como en cada nueva etapa que estoy viviendo el Señor
tiene una nueva palabra, “todo lo hizo hermoso en su tiempo; y ha puesto
eternidad en el corazón de ellos, sin que alcance el hombre a entender la obra
que ha hecho Dios desde el principio hasta el fin” Eclesiastés 3:11
Quizás aún no he logrado entender qué es lo que
está haciendo en mi vida, pero seguramente implica cambios. Antes de tener el
diagnóstico estaba haciendo crecer mi cabello como antes (lo tenía hasta la cintura)
y frecuentemente los doctores me preguntaban si se me caía con frecuencia, a
veces los síntomas de lupus son exactamente los mismos que se presentan en la
artritis reumatoide. Y llegué hasta cansarme de repetir: No. Probablemente fue
una de las causas por las que decidí cortarme el cabello, ni siquiera fue una
decisión estética fue el sentimiento de querer dejar todo atrás, de tener un
nuevo inicio y que lo malo se quede. Hay que ser valientes hasta para cortarse
el pelo.
Finalmente, no es un mito, pero si una verdad
indiscutible, cuando uno lleva un tratamiento es importante conocer qué
medicación tiene (el nombre exacto) y la dosis que consume. Ayuda bastante, y
es inevitable que toda la vida estaré rodeada de médicos y exámenes, pero no
hay nadie mejor que uno mismo conociendo y siendo responsable por su salud.
Comentarios
Publicar un comentario