Los discípulos

Hace años cuando era maestra en la escuela dominical de la Iglesia, tenía un grupo de niños que siempre tenía un corazón dispuesto a escuchar cuando llevábamos alguna lección (por lo menos veía eso en sus ojos cada vez que les contaba una lección)

Casi siempre hacíamos alguna manualidad que hacía alusión a la lección, adornábamos el curso con figuras, y preparábamos números especiales en navidad, día de la madre o alguna ocasión destacada en el calendario.

Una de esas ocasiones intercambiaba criterios con mi hermana acerca de qué número presentar, ese año sonaba bastante el grupo Contagious por el estilo de música diferente que tocaban y un ritmo muy peculiar. Era mi sueño que los niños que formaban parte en esa ocasión de la escuela bailen y canten la canción “Los discípulos”. Los imaginaba con esas túnicas a rayas largas, unos turbantes en la cabeza y abrazándose mientras coreaban “somos los discípulos”.

Soñaba tanto esa presentación, pero nunca la logré, me divertí mucho imaginando cómo sería. Lo casual o definitivamente en los planes de Dios fue que hoy por la tarde escuché de mucho tiempo la misma canción. Al terminar la canción cada miembro de la banda va nombrando los milagros que vio al estar con Jesús, la pesca milagrosa, el ciego que pudo ver, la multiplicación de panes y pescado.

Me hizo pensar mucho en la gran comisión que dejó Jesús para nosotros, “por tanto, id, y haced discípulos a todas las naciones bautizándolos en el nombre del Padre, y del Hijo y del Espíritu Santo” Mateo 28:19

Tarareando la canción, meditando en el versículo, pensé que no tuvimos el privilegio de ver las maravillas de Jesús, pero cuántas cosas más tendríamos para decir hoy. Que Jesús sigue siendo el mismo y nosotros como discípulos podríamos decir que su amor nos ha transformado, que nos ha llenado de alegría, que ha cuidado de nosotros, que nos ha pulido, ha escuchado nuestras oraciones, que está obrando en nuestras vidas.

Nos imagino abrazados como quería que estén los niños cantando orgullosos que somos los discípulos del maestro Jesucristo y no nos cansamos que declarar lo que el hizo, está haciendo y lo que hará en el futuro.