Una carta dirigida al cielo

Cuando era niña y cursaba segundo o tercero de primaria recuerdo que nos enseñaron cómo funcionaba el servicio de correo del país.
Fui emocionada con mi papá a una librería para hacer la compra de un sobre para introducir cartas y después dirigirme al edificio del "correo" para comprar algunas estampillas que me ayudarían en mi siguiente tarea.
Cuando tuve todo lo necesario empecé emocionada a redactar mi primera carta. Entonces no tenía mucha conciencia de cómo funcionaba el proceso de comunicación así que le estaba escribiendo a un destinatario que vivia a dos cuadras de mi casa.
Terminé mi redacción usando media plana de una hoja carta. El motivo de la misiva era escribirle a mi abuelo que estaba aprendiendo a escribir una carta.
Firmé mi carta usando: Con cariño Gaby. Hoy ya entiendo cómo funciona el servicio de correo, lamento mucho que no te pueda escribir cartas al cielo.
Empezaría a escribir exactamente como lo hice antes:
Querido papi, hoy el clima es bastante agradable. Todos estamos bien en casa. ¿Recuerdas lo mucho que te gustaban las plantas? Dany trajo el otro día un tulipan, lo quiero mucho, sé que el clima no es tan propicio para que sobreviva pero me gusta la belleza inexplicable que tiene. Por alguna razón me recuerda a la kantuta que me diste, aquella vez te conté que demostramos nuestro patriotismo cuando tenemos una flor nacional en casa y tú me la obsequiaste. Ahora cada vez que entro o salgo de casa está ahí para recordarme a ti.
Notarás que me gusta escribir, fue algo en lo que hallé un gusto especial cuando estaba en la universidad, encontré en las palabras un hogar.






Te escribo porque no quiero olvidar lo que vivimos y también porque quiero hacerte testigo de los años que no te tuve conmigo. Quiero imaginar cómo serían los días a tu lado, estarías feliz de ver que ya no tengo que correr hasta el tanque de agua para alcanzar tu mejilla y darte un beso. Imagino que cada 29 de diciembre espero tu llamada y con voz entre cortada me decías que estabas orgulloso de mi como cuando tenía siete años.
Voy a seguir escribiendo cartas al cielo, en cada una diciendo lo mucho que me haces falta, lo mucho que te extraño y lo mucho que te amo.

Comentarios

Entradas populares