Los discípulos

Mr Robot: Cuando la realidad se convierte en ficción

Es evidente que vivimos en un mundo lleno de conspiraciones y cada vez más esclavo de la tecnología. Todos estamos conectados a un disposito móvil o tecnológico prácticamente las 24 horas del día. Todos somos miembros activos de alguna red social, y así todos somos testigos mutuos de nuestra vida en línea.
Pocas veces llaman mi atención las producciones de la pantalla chica que tengan como tema central la tecnología. Estoy segura de que engloba muchos temas, sin embargo el creador de la serie y por supuesto el guionista fueron bastante hábiles para lograr algo tan complejo como Mr. Robot.
Sam Esmail es el responsable de semejante trabajo, salió el 24 de Junio de 2015 y por recomendación de una fidedigna investigación comencé a ver la serie en enero del 2016. No es justificable el retraso ya que al inicio mencioné que todos estamos conectados de una u otra manera. Sin embargo quien cae en esta maraña bien trabajada aprende a reconocer cierta belleza en una temporada de 10 capítulos.
La serie lleva las características de cualquier narración, introducción nudo y desenlace. Sin embargo durante la introducción deja bastante clara su postura, una crítica social transparente a la realidad de hoy. La seguridad en la web que es tan vulnerada y por supuesto aquellos que juegan con la información ajena como en una función de títeres.

El elenco juega un rol importantísimo para el éxito de la serie. Cada personaje es único, ningún rasgo de carácter o personalidad se repite en ellos. No hay que dejar de reconocer el trabajo de Rami Malek (Elliot Alderson) es impresionante, dice tanto así como nada. Logra una química innegable con Christian Slater (Mr Robot) que le otorga el matiz de la experiencia y trayectoria del actor. Ambos son complemento uno del otro.
Finalmente como espectador en cierto punto te conviertes en co protagonista, Esmail no se olvidó de incluir al público dentro del diálogo. Eres tan parte de la trama que será dificil no sentir curiosidad por cada capítulo.
La segunda temporada está asegurada (eso dicen) y tengo impaciencia por saber cómo se moverán los hilos en esta nueva entrega. De seguro sorprenderá, el delicado tratamiento de la información con la intriga y vida de un ciudadano común que sueña en grande. Como todos, eso lo hace fantástico.